La primera mujer cinta negra de la historia

Katsuko Kosaki practicando Tae Kwon Do
Katsuko Kosaki practicando Tae Kwon Do
Actualizado el 2024-06-21

En 1933 la joven de 26 años, Katsuko Kosaki fue la primera mujer en obtener una cinta negra.

Su padre era un académico por lo que la educación de Katsukofue rica en lectura y conocimientos. Debido a esto era habitual que acudiera a las librerías junto con su padre.

Katsuko tenía 18 años cuando en una librería encontró un ejemplar sobre Judo, su amor por este arte marcial fue amor a primera vista.

Al terminar de estudiar la preparatoria, sus padres insistían en que contrajera matrimonio pero Katsuko se resistió a los deseos de sus padres. Ella lo que deseaba era practicar Judo, se acercó al sensei Yomeda y le solicitó convertirse en su alumna, el aceptó no sin algunas dudas y así Katsuko se convirtió en su alumna. Ella entrenó bajo la tutela de Yomeda por dos años, en ése tiempo, su nivel técnico aumentó.

Fue así como Katsuko le escribió a Sensei Tobari solicitando convertirse en su alumna, Tobari aceptó y la tomó como alumna.

Tobari Sensei era un compañero de entrenamiento de sensei Kano Jigoro y era un destacado miembro del Kodokan. Fue además autor del “Judo Daigaku”. Por lo que su nivel era muy alto, lo que se reflejó en el entrenamiento de Katsuko quien gozaba de un alto nivel técnico, era tal su nivel que sensei Kano la escogía como su pareja para ejecutar la Koshiki-No-Kata durante un seminario en 1931.

El maestro Kano, encantado por el alto nivel técnico y de espíritu de Katsuko le impartió lecciones privadas durante su estadía en el Kodokan.

En 1932 Katsuko Kosaki se enfrentó a tres varones durante su examen de grado, derrotándolos a todos y obteniendo la Cinta Negra Primer Dan de manos de Tobari Sensei, un año después, en 1933, el Kodokan certificaría su grado convirtiéndose así en la primera mujer en obtener el grado de Cinta Negra 1er Dan en la historia.

El camino para Kosaki no fue fácil pero con base a disciplina, valor, coraje y talento obtuvo ese logro que la coloca como una leyenda del arte marcial.

Kosaki siguió bajo la línea de su maestro y abrió su Dojo.